Ni los mejores superordenadores actuales pueden
competir con la sofisticación del cerebro humano. Los ordenadores tradicionales
son lineales; se limitan a mover datos entre los procesadores de memoria y el
procesador central a través de una red de alta velocidad.
En cambio, los procesadores neuromórficos tratan de
procesar la información imitando la arquitectura del cerebro humano con el fin de incrementar considerablemente la
capacidad de pensamiento y respuesta de un ordenador. Combinando partes de
almacenamiento y de procesamiento de datos en los mismos módulos
interconectados entre sí, los procesadores neuromórficos ofrecen mayor potencia y mejor eficiencia energética. Un ejemplo es el procesador neuromórfico TrueNorth de IBM, presentado como
prototipo en agosto de 2014
Esta mayor capacidad de cómputo con mucha menos
energía y volumen, permitirá la creación de máquinas más inteligentes a pequeña
escala y nos conducirá a la siguiente etapa en miniaturización e inteligencia
artificial.
Los ordenadores podrán anticipar y aprender, en lugar de simplemente responder de formas preprogramadas.
Los ordenadores podrán anticipar y aprender, en lugar de simplemente responder de formas preprogramadas.
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+Katherine